sábado, 6 de junio de 2015

Amor/Odio

                         

Toda mi vida ame-odie a todas las mujeres de mundo
Mejor dicho, odie a La Mujer,
esa mujer que me representa a todas las mujeres.
Mejor dicho, odio a mi propia madre,
esa madre que me representa a todas las mujeres.

Pero… Cómo odiar a esa mujer que tanto a fallado en la vida?
Me retracto, odio a esa supuesta mujer que es mi madre.
Es decir, a esa que me imagino que es.
Pero… siendo ella imaginaria de un imaginario mío.
¿Ha quien odio? ¿A un fantasma que me habita entonces?
¿O es a esa supuesta que por desconocer su nombre,
la he llamado madre?

Y esta supuesta que me habita. ¿Por qué no me deja en paz?
¿Por qué se hace eco de mis deseos y me lleva en sin sabores por la vida?
¿Quién la ha nombrado custodia de mis buenas costumbres y mi supuesto bien hacer?
Aborrezco todas sus labores que ejerce y las tareas que conllevan también.

Más disfruto cuando por intrincadas peripecias, burlón me escapo de sus garras y me pierdo por instantes en mañanas atardecidas,
 sin saber.

En que menudo conflicto me he metido
y aunque poco me he esclarecido, me pierdo por un instantes.

Qué, para qué más madre, si con una me basta y me sobra,

Que por cierto, es la que me parió.

 Víctor Hugo Ibáñez (1966)

Alumbrado sin luz



No me niegues
no ves que bastante estoy coartado.
Deseos de tener un futuro,
una salida a tanta desazón.

No, no soy un mendigo,
si ni de lo mío puedo apropiarme.

Este silencio que tengo…
Digo, digo, digo
quizás sin referente
más digo.
El eco de mi voz
me da esperanza,
anhelo de oírme.

En mi cara de pillo
aflora picardía de vivo.
No me creas
no soy lo que hago ni lo que digo.
No soy ni esto, ni aquello
solo trato y trato…


Víctor Hugo Ibáñez (1966)

A Tata

Aun caliente tu cuerpo,
desgarran tus vísceras
los cuervos impacientes
la carroña que dejaste.

Acumulación de bienes
que guardabas en celosa custodia,
solo para recordar cuanto te deben.
¿Y tú a quién le debes?
Tanto guardar para no se qué
y nunca vienes a verme.

Arcón de recuerdos
trocado en inútil moneda.
¿Quién quiere tener recuerdos
en un miserable papel
que guarda la imagen de un momento?

¡Tener, tener, tener!

No tener y salir a lo imposible
tan cercano como al alcance de una mano.

Quiéreme, aunque sea un poco
para dejar por un momento

la miseria de estar tan solo.

        Víctor Ibáñez (1966)

Ritmo



Suave brisa, un instante
sueño, digo, pienso
no te atrapo
me esfuerzo y no te atrapo.

Me dejo, me dejo, llévame, llévame
a mis adentro sin tiempo.
¿Por qué sujeto no te sujeto?
Todo se repite…
¿Y lo nuevo?
Lo nuevo, lo nuevo fue hace tiempo.



                     Víctor Ibáñez (1966)