Este parlamento es una cortesía de Teresa Ines Vilas en la presentación de mi libro Sobre Barro Seco en la feria del libro de La Matanza en el año 2014.
Un poco de mi, Victor Hugo Ibañez
y eso que parece olvidado, el revelarse contra lo cotidiano, lo que siempre fue así y tener memoria para recordarlo.
viernes, 25 de marzo de 2016
El río viene diciendo
El río viene
llorando, desde lo alto,
rojo de enojo viene bramando.
Las laderas ya no pueden con él,
no hay árboles pa´ contenerlo.
Trae en su enojo, disgustos, pa´ contarnos.
Que el calor arriba es agobiante,
que los montes tupidos se jueron pa´ otra parte,
que los animalitos y los pájaros no tiene donde guarecerse,
que está apareciendo un montecito nuevo,
Las laderas ya no pueden con él,
no hay árboles pa´ contenerlo.
Trae en su enojo, disgustos, pa´ contarnos.
Que el calor arriba es agobiante,
que los montes tupidos se jueron pa´ otra parte,
que los animalitos y los pájaros no tiene donde guarecerse,
que está apareciendo un montecito nuevo,
Tupido, bajito
y ordenao.
El Anta lo llama soja-secante.
El Anta lo llama soja-secante.
La pacha no lo
quiere.
Dice, que pa´ desierto ya tenemos bastante.
que no hay tiempo pa´lmirarse, que la tierra se seca
y la vida se va dir pa´ otra parte.
Dice, que pa´ desierto ya tenemos bastante.
que no hay tiempo pa´lmirarse, que la tierra se seca
y la vida se va dir pa´ otra parte.
Se retuerce en
las curvas como vicha
y trae apurao noticias del ambiente.
Quería llegar al Buenos Aires
pero se quedo cansado en Santa Fe,
en Entre Ríos, allá por el Ñancay,
el Ibicuy, Paranacito, Ceibas…
y trae apurao noticias del ambiente.
Quería llegar al Buenos Aires
pero se quedo cansado en Santa Fe,
en Entre Ríos, allá por el Ñancay,
el Ibicuy, Paranacito, Ceibas…
La nutria y el
carpincho,
que entienden la lengua´el río,
se arrimaron pa´ las rutas,
pa´ que tanta disgracia y tanta muerte,
toditos están muy apurao que ni las vieron.
Rezando se quedaron estiradas en charque,
con los ojitos envidriao, llorando a la pacha.
que entienden la lengua´el río,
se arrimaron pa´ las rutas,
pa´ que tanta disgracia y tanta muerte,
toditos están muy apurao que ni las vieron.
Rezando se quedaron estiradas en charque,
con los ojitos envidriao, llorando a la pacha.
El río acojono
las preguntas y fue creciendo,
se juntaron
más y más, tanto así que a la panza les llegó a la gente,
preguntando ¿Por qué? ¿Por qué?...
preguntando ¿Por qué? ¿Por qué?...
-Tengo fe que ande venir pa´ escucharme.
Y fue, el
Responsable fue,
no a escucharlo, pa´ ayudar dijo
-"¡qué terrible, qué terrible!
¡Esto no puede ser...!"
Cordialmente ayuda a una viejecita,
presuroso mojando su Chanel,
que venía en una canoa escapando a la crecida.
Irónico dijo el río: el Burgués vino a ayudar,
no a escucharlo, pa´ ayudar dijo
-"¡qué terrible, qué terrible!
¡Esto no puede ser...!"
Cordialmente ayuda a una viejecita,
presuroso mojando su Chanel,
que venía en una canoa escapando a la crecida.
Irónico dijo el río: el Burgués vino a ayudar,
que fresquito
adentro el auto está
y el cielo más caliente.
y el burgués dice:
"¡Yo no sé por qué!¡ yo no sé por qué!"
y el cielo más caliente.
y el burgués dice:
"¡Yo no sé por qué!¡ yo no sé por qué!"
Víctor Hugo Ibáñez Salta (1966)
sábado, 6 de junio de 2015
Amor/Odio
Toda mi vida ame-odie a todas las mujeres de mundo
Mejor dicho, odie a La Mujer ,
esa mujer que me representa a todas las mujeres.
Mejor dicho, odio a mi propia madre,
esa madre que me representa a todas las mujeres.
Pero… Cómo odiar a esa mujer que tanto a fallado en la
vida?
Me retracto, odio a esa supuesta mujer que es mi
madre.
Es decir, a esa que me imagino que es.
Pero… siendo ella imaginaria de un imaginario mío.
¿Ha quien odio? ¿A un fantasma que me habita entonces?
¿O es a esa supuesta que por desconocer su nombre,
la he llamado madre?
Y esta supuesta que me habita. ¿Por qué no me deja en
paz?
¿Por qué se hace eco de mis deseos y me lleva en sin
sabores por la vida?
¿Quién la ha nombrado custodia de mis buenas costumbres
y mi supuesto bien hacer?
Aborrezco todas sus labores que ejerce y las tareas
que conllevan también.
Más disfruto cuando por intrincadas peripecias, burlón
me escapo de sus garras y me pierdo por instantes en mañanas atardecidas,
sin saber.
En que menudo conflicto me he metido
y aunque poco me he esclarecido, me pierdo por un instantes.
Qué, para qué más madre, si con una me basta y me
sobra,
Que por cierto, es la que me parió.
Víctor Hugo Ibáñez (1966)
Alumbrado sin luz
No me
niegues
no ves
que bastante estoy coartado.
Deseos
de tener un futuro,
una
salida a tanta desazón.
No, no
soy un mendigo,
si ni
de lo mío puedo apropiarme.
Este
silencio que tengo…
Digo,
digo, digo
quizás
sin referente
más
digo.
El eco
de mi voz
me da
esperanza,
anhelo
de oírme.
En mi
cara de pillo
aflora
picardía de vivo.
No me
creas
no soy
lo que hago ni lo que digo.
No soy
ni esto, ni aquello
solo
trato y trato…
Víctor
Hugo Ibáñez (1966)
A Tata
Aun caliente tu cuerpo,
desgarran tus vísceras
los cuervos impacientes
la carroña que dejaste.
Acumulación de bienes
que guardabas en celosa
custodia,
solo para recordar cuanto te
deben.
¿Y tú a quién le debes?
Tanto guardar para no se qué
y nunca vienes a verme.
Arcón de recuerdos
trocado en inútil moneda.
¿Quién quiere tener recuerdos
en un miserable papel
que guarda la imagen de un
momento?
¡Tener, tener, tener!
No tener y salir a lo
imposible
tan cercano como al alcance
de una mano.
Quiéreme, aunque sea un poco
para dejar por un momento
la miseria de estar tan solo.
Víctor Ibáñez (1966)
Ritmo
Suave brisa, un instante
sueño, digo, pienso
no te atrapo
me esfuerzo y no te atrapo.
Me dejo, me dejo, llévame,
llévame
a mis adentro sin tiempo.
¿Por qué sujeto no te sujeto?
Todo se repite…
¿Y lo nuevo?
Lo nuevo, lo nuevo fue hace
tiempo.
Víctor Ibáñez (1966)
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